CULIACÁN._ La física de altas energías estudia los componentes de la materia mediante colisiones de partículas, estas solo pueden observarse en aceleradores que hacen dichas colisiones y de esa manera obtener información mediante una electrónica avanzada para medirlas precisamente.
Existen de manera colaborativa laboratorios de altas energías reconocidos internacionalmente por sus contribuciones a la ciencia, por ejemplo, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés) ubicado en la frontera de Francia y Suiza; en Rusia en la localidad de Dubná el Instituto Conjunto para la Colaboración Nuclear (JINR, por sus siglas en inglés).
Colaboraciones en donde se tiene presencia de investigadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS); asimismo en Japón se encuentra la Organización para la Investigación en Física de Altas Energías conocida como KEK en el cual se encuentra el acelerador Bell II.
En dicho acelerador ubicado en el país del sol naciente trabaja en conjunto con otros investigadores universitarios la doctora Isabel Domínguez Jiménez de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas (FCFM) con el proyecto denominado “Violación de número leptónico en decaimientos de taus a energías del experimento Bell II”.
Dicho proyecto, sostuvo la especialista en física, fue apoyado por el fondo sectorial de investigación para la educación del CONACyT para dos propósitos, uno es analizar datos de colisiones de electrón-positrón, y segundo, trabajar en el monitor de haz LABM (Large Angle Bremsstrahlung Monitor).
“En el análisis de datos se analizan los productos de las colisiones de electrón-positrón en el acelerador y en particular se selecciona aquellas en el que se produce la partícula tau, la importancia de este experimento es porque no se conoce a ciencia exacta la naturaleza de los neutrinos y con esto podemos investigar esta parte de la física”, explica Domínguez Jiménez.
En cuanto al segundo propósito sobre el monitor de LABM es para determinar qué tan centrales son las colisiones y la intensidad del haz de luz que se está utilizando en el acelerador.
Isabel Domínguez Jiménez recuerda que esta colaboración internacional se tiene desde hace aproximadamente cuatro años, en donde también colabora el doctor Pedro Podesta Lerma de la FCFM y estudiantes de posgrado, tanto de maestría y doctorado.
En cuanto a las fases del experimento, manifiesta que se está en el primer periodo de colisiones que dio inicio en febrero y culminan ahora en diciembre, “no se ha llegado a la intensidad que se espera, y pues ahora está en fase de prueba, de detectores y la luminosidad”.
Destaca que para llegar a los objetivos deseados se necesita, como ya se dijo al inicio de este documento, de electrónica muy avanzada, precisa y rápida; en consecuencia, estos desarrollos tecnológicos se usan en la industria como en la física médica, radiación para estudios de cáncer y la parte de análisis de datos se necesitan generar algoritmos denominada data mining o minería de datos.
La doctora Isabel Domínguez Jiménez explica que, para trabajar con los datos de las colisiones, esta información se almacena en una grid en el cual se permite utilizar de manera coordinada recurso almacenados en ella, es decir, la información de las colisiones y para hacer el análisis “nos conectamos desde nuestras máquinas de cómputo a esa grid y se accesa a los datos en cualquier parte del mundo para realizar el análisis”.
De esta manera el capital humano de la UAS contribuye y abona al Plan de Desarrollo Institucional Consolidación Global 2021 en los ejes estratégicos de Generación de conocimiento y formación de alto nivel y Posicionamiento internacional.