Sofismas de ocasión. Por: Juan B. Ordorica

Culiacán, Sinaloa 11 de febrero de 2019

Columna: Sofismas de ocasión

¿Quirino el exitoso?
Por: Juan B. Ordorica (@juanordorica)

¿Es Quirino Ordaz Coppel un gobernador exitoso? Es una pregunta fácil de contestar si únicamente nos ajustamos a los números. Los números no tienen ideología y nunca mienten. Si dejamos que las matemáticas cuenten la historia de Quirino Ordaz la historia sería aburrida, repetitiva y muy vista.

Desde el punto de vista político, Quirino Ordaz parece que gobierna sentado en el asteroide 325. El Rey de El Principito comparte la visión de Estado con nuestro gobernador: Ordena al Sol ocultarse y el Sol obedece; ordena a las estrellas brillar y las estrellas brillan; ordena que las cosas a veces salgan bien y a veces salgan mal y las cosas a veces salen bien y otras tantas salen mal. Ni el Rey ni Quirino se equivocan. Sus designios son perfectos.

Regresando a los números económicos de Ordaz Coppel, basta hacer unas comparaciones sumamente sencillas para darnos cuenta que este gobierno es exactamente igual al de sus antecesores. La comparativa de los primeros años de gobierno son evidentes:

En el crecimiento del PIB, Aguilar Padilla tuvo una media de 1.81% en sus primeros dos años, Mario López Valdez 2.77% y Quirino Ordaz en el 2017 no llegó ni al 1% (0.7), el 2018 todavía no se publica, pero el indicador del tercer trimestre del 2018 aparece con 0.3% de crecimiento; el crecimiento de la deuda pública en la actual administración es del 31.86 en promedio en el 2017 y 2018, el gobierno anterior tuvo una media en ese mismo período de 18.13% (el actual gobierno tiene casi el doble de crecimiento de la deuda en dos años). Si revisamos la estacionalidad de los empleos y que nos mantenemos en los últimos lugares del país en los niveles más bajos de salarios nos podremos dar cuenta que este gobierno es igual a los anteriores. Los números ahí están. Se podrá argumentar que hay algunos indicadores mejores a los del pasado, pero existen otros que son peores (unas por otras). En Resumen: Sus números son marginales e inerciales. Otro estilo, mismos números.*

De lado de lo político, muchos analistas consideran que las jugadas han salido magistralmente al gobernador Ordaz. De nuevo es cuestión de analizar los hechos:

El PRI, partido al cual pertenece, perdió todas las diputaciones federales, los cuatro municipios más importantes del estado de Sinaloa y sólo pudo ganar en dos distritos locales. Aquí es donde entra el Rey de El Principito, según voces “entradas” manifiestan que esa siempre fue la intención del gobernador, sacudirse el peso de varias figuras nocivas en su imagen; sin embargo, la realidad dice otra cosa. La mayoría de políticos señalados o, por decir lo menos, polémicos hoy forman parte de su gabinete. El Gobierno del Estado juega el papel del “Carpathia” (el barco que rescato a los náufragos del Titanic) y abre espacios de oxigenación a muchos priistas que debieron ser borrados por la ola de la derrota.

Otro hecho de una derrota política disfrazada de victoria (no Sánchez) fue la aprobación del presupuesto 2019 para Sinaloa. Quirino Ordaz apostó por ignorar a la bancada local de MORENA y recurrir a sus “buenas” relaciones en la capital. Al final del día, tuvo que soltar 800 MDP a programas que no tenía considerados y llevándose en las espuelas al coordinador del a bancaba del PRI, Sergio Jacobo, quien quedó expuesto una vez más. El Rey de El Principito siempre ordenó que fueran 800 MDP, todo lo demás nunca existió.

Las constantes visitas también se suman a los éxitos de Quirino Ordaz, pero, por desgracia, esas visitas no se reflejan donde sirven: En el presupuesto. Sinaloa no pudo etiquetar una sola obra en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019. Muchas selifes y apapachos, pero pocas nueces. Ni los productores, ni otros sectores han conseguido beneficios de las gestiones del gobernador.

Quirino Ordaz es tan exitoso como sus antecesores. Tiene otra manera de comunicar. Intenta comprender las redes sociales y la interacción con las mismas, pero en el fondo sigue todo igual. Alguien lo convenció de que gobernar era pavimentar y el sigue en eso. Nada diferente a quienes lo precedieron. La medida del éxito es subjetiva, aún en los índices de probación se parece mucho a otros gobernadores de Sinaloa. Nuestro estado sigue atorado en la maldición de lo monótono, de hacer lo mismo, de navegar entre lo que no pasa y nunca va pasar. Cada quien que juzgue el éxito desde el asteroide 325.

*Fuente: CODESIN e INEGI